Durante muchos años los militares disfrutaron del derecho de ser juzgados por sus semejantes, esto fue producto de las experiencias adquiridas durante la Revolucion Mexicana, en ese tiempo resulto evidente que las Leyes Civiles emanadas en tiempos de Paz, eran inaplicables en tiempos de guerra, ninguna novedad para cualquier militar que haya ido a la guerra.
La guerra por su naturaleza es brutal, y los castigos tienen que ser expeditos y justos, fusilar un traidor o un desertor, son necesidades del Ejercito en campaña, castigar un comportamiento indebido en el frente de combate solo puede ser realizado por quienes saben los rigores de el, los jueces deben de ser justos e incorruptibles, porque de ello depende la moral de la tropa, la fidelidad y la obediencia.
El objetivo del Gobierno de Calderon al destruir el Fuero militar, es que el corrupto sistema judicial civil, se amplie y pueda eliminar el sistema de Justicia Militar, poniendo a los militares bajo el sucio control de los corruptos politicos, ya una falta de obediencia o el simple desacuerdo con sus estrategias dementes, podria castigarse por medio de jueces obedientes del gobierno y dispuestos a encerrar a un general por el simple rumor de un testigo aleccionado. De esa forma los jueces de la Suprema Corte han ido arrancando poco los derechos de los militares, y disminuyendo su capacidad de defender a Mexico.
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